domingo, 1 de julio de 2007

Los bla, bla, bla

Johanna hace una reflexión interesante en relación a cómo percibe precisamente la honestidad de la fuente en su formación. Ahora sólo advierto que es importante en esto tener mesura de quién uno es. La arrogancia a veces nos hace pisarnos la cola, sin embargo creo que es muy bueno poder a partir de pequeñas tareas tomar conciencia de los caminos que toma nuestra formación profesional.

Ahora no se trata de la sumición frente a la autoridad, pero si de rigurosidad académica. Yo siempre insisto en el punto de que no todo vale, es decir los contextos definen y legitiman los discursos y en este sentido, claro uno puede optar por mantenerse en la cancha, salir de la cancha o llevarse la pelota para la casa (siguiendo la onda futbolera)... y cada opción tiene sus consecuencias. Ahora creo también que es interesante precisamente que uno en su formación pueda hacer estas evaluaciones críticas.

3 comentarios:

AdIvINa dijo...

hola profe: cuando estaran las notas del blog? y donde las publicara?, y las notas de la segunda prueba las subira a educa_?
bueno disculpe tantas preguntas ro ando media perdida....jaja
chao y gracias

esteban dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
esteban dijo...

No es tanto el conflicto con la autoridad, ya que esta es fácil omitirla; lo crudo o criticable de la profesión es justamente el ser profesional, la identidad formal que excluye la libre disposición de lo que aprendemos fuera del perfil. Se anulan las emociones y la voz del corazón o intuición pasa a segundo plano, o plano de desvalor. Lo que importa es rendir y se puede traducir esto en luchar por ganarse el pan o el sustento. Pero que hacer cuando con el nivel de cultura que se porta es posible gestar instancias de concordancia con otros, para forjar el mundo que se quiere con el único expediente de vivirlo a la par con otros desde el espontáneo o desde la buena onda, o simpatía si se quiere. Es mi critica la que apunta a dejar el formalismo y su loca carrera para ser profesional, por acercarnos unos a otros en un chipe libre intelectual; pero claro, el idealismo es parte de las venas del joven soñador, aún así, los espacios de convivencia se dan de forma insubordinada a lo establecido como pauta, se le llaman actividades extra programáticas, bueno, en tales espacios es donde la gente se ve las caras y aprende lo más importante de la vida, según mi opinión, que es básicamente saber vivir con otros.